jueves, 28 de octubre de 2010

Apuntes sobre Manuel Duque y Cy Twombly

Oriol Vilapuig es un pintor de Barcelona y conoció a Manuel en Sabadell en los años 80. Desde entonces mantuvo siempre una estrecha relación con él. Asímismo ha publicado  Manuel Duque, una visión retrospectiva 1943-1997 (AGC edicions), la única monografía que existe sobre él.

El 22 de abril del año 1987 se inauguraba en el palacio Velázquez en Madrid una exposición retrospectiva del artista norteamericano Cy Twombly. Era la primera gran muestra de este artista en España. Ese mismo año, y completando la exposición de Madrid, se presentaba en Barcelona la exposición "Cy Twombly, series sobre papel 1958-1987". Estas dos exposiciones fueron importantes en la medida que daban a conocer a un artista aún poco conocido en nuestro país. No así para Manuel Duque, en el que el nombre de Twombly evocaba recuerdos que se remontaban a treinta años atrás.
En la primavera de aquel 1987 en uno de mis viajes habituales a Madrid, en los que acostumbraba visitar a Manuel Duque, fuimos juntos a ver la exposición de Cy Twombly. Al entrar en el palacio Velazquez quedamos envueltos y maravillados por la luz y la potencia expresiva que los cuadros de Twombly irradiaban en aquella luminosa mañana de Madrid. A lo largo de nuestra visita Manuel exaltaba la reivindicación pictórica que manifestaba la obra del pintor americano, a la que se sentía muy próximo. Lo pictórico en ambos se define mediante el gesto como signo de una acción vinculada al propio cuerpo. Para ambos la pintura y lo pictórico se define como la extensión de esa exaltación corporal que se objetiva en términos de gestualidad, densidad, impureza y tensión que cualquier materia describe en su fricción con la superficie.


Cy Twombly, S.T. 1986, 134x159 cm
Cy Twombly, S.T. 1986, 134x159 cm

La naturaleza también será en ambos el centro de su imaginario creativo, una constante en sus obras, aunque ésta encontrará una manifestación distinta en ambos artistas. Para Twombly la naturaleza es algo interior, algo inherente al ser, para Duque es una fuerza exterior al hombre. En Twombly la relación con la naturaleza viene marcada por la evocación, la cita a la cultura clásica Mediterránea. En cierta medida su obra se entiende y articula como respuesta a ese amor que sentían los clásicos por la naturaleza. Para Duque la naturaleza es una realidad exterior al ser, su percepción es más romántica. Su obra a partir del 1964 se articula y construye a partir de una construcción visual ideal y de su evocación pictórica.


Manuel Duque, S.T. 1975, 162x130 cm 
Manuel Duque, S.T. 1975, 162x130 cm
  Manuel Duque, S.T. 1975, 162x130 cm  
PRIMER VIAJE A ITALIA 1958

En el año 1958 Duque realiza desde París el que será su primer viaje a Italia. En su visita a Roma ve la primera muestra individual de Cy Twombly en la capital Italiana. Dicha exposición tenía lugar en la galería Tartaruga situada en la piatzza del Popolo. Los cuadros de la muestra eran fruto del trabajo que Twombly realizó en la isla de Prócida, cerca de Nápoles y en el apartamento que había alquilado cercano al coliseo romano. Al ver esas pinturas Duque queda sorprendido por lo próximas que están a sus recientes trabajos. En 1958 la obra de Duque se encuentra en el final del periodo del claroscuro, Estas obras, de una gran plenitud expresiva y lirismo, se manifiestan a partir de la dialéctica de la luz y la sombra. La pintura de Cy Twombly no se articula como un problema de luz, o mejor dicho, ésta se manifiesta de manera distinta: para Twombly la luz es soporte, para Duque dialéctica y conflicto. En cualquier caso encontramos en la materia pictórica de sus obras una huella del cuerpo a través del gesto.


Cy Twombly, S.T. 1958, 134x159 cm
Manuel Duque, S.T. 1957, 50x70 cm

Fruto de este encuentro Duque pregunta en la misma galería Tartaruga por el origen de estas pinturas y consigue concretar una cita con Twombly, que en esas fechas acaba de instalarse en Roma. El encuentro tiene lugar seguramente en el apartamento de Twombly. Desconozco exactamente la conversación que mantuvieron (recuerdo, eso sí, que Duque me comentó verse sorprendido por un joven alto y vestido con unos pantalones tiroleses). Fruto seguramente de ese encuentro, cuatro años más tarde, la galería Breteau de París, codirigida en esa época por Denisse Breteau y Manuel Duque, invita al artista americano a participar en la exposición Resurgence. Junto a obras del propio Duque se podían encontrar obras de artistas como Appel, Bacon, Mitchell, Spero, Rauchemberg y Tàpies entre otros.
Treinta años después, Duque evocaba esos recuerdos en la visita a la exposición de Twombly en esa mañana luminosa de Madrid.


Cy Twombly, Roma 1959
Manuel Duque, París 1958?
Oriol vilapuig


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